Presidencia de la Nación

La Plata: tres condenas a perpetua por el asesinato en 1976 de “Chupete” Benavides

Los ex policías bonaerenses Ale y Risso y el ex funcionario civil de la dictadura, Jaime Lamont Smart, fueron encontrados culpables. El Tribunal ordenó enviar la sentencia a los diarios que durante la dictadura publicaron información falsa sobre el hecho.


El Tribunal Oral Federal 2 de La Plata condenó hoy a prisión perpetua a los ex policías bonaerenses Walter Ale y Juan Risso y al ex funcionario civil de la dictadura Jaime Lamont Smart por el asesinato del joven militante de la Juventud Universitaria Peronista de La Plata Horacio Benavides.

Los tres acusados fueron considerados coautores del homicidio. Ale y Risso integraron la patota que realizó el operativo represivo de la Policía Bonaerense en el que fue asesinado y Smart por la responsabilidad que tenía como funcionario de facto del gobierno provincial.

Para Ale y Risso, ambos oficiales de la Dirección de Investigaciones de la fuerza de seguridad bonaerense, esta fue la primera condena por crímenes de lesa humanidad mientras que para el ex ministro de Gobierno bonaerense de facto fue el quinto juicio en el que recibe una pena de prisión perpetua.

Además de dictar la pena, el Tribunal hizo lugar al pedido de la querella de la familia y de la fiscalía y, en base al artículo 14 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ordenó remitir la sentencia a los diarios Clarín, El Día y La Prensa, que publicaron información falsa sobre el hecho durante la dictadura, para que puedan rectificar la información.

“Chupete” Benavides tenía 22 años. Estudiaba en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de La Plata, militaba en la JUP y en Montoneros y trabajaba en el Departamento de Transmisión Gratuita de Bienes del Ministerio de Economía bonaerense.

Al momento de los hechos, era perseguido intensamente por las fuerzas de seguridad. El 21 de septiembre de 1976 fueron a buscarlo a la casa de sus padres y, al no encontrarlo, secuestraron a su hermano Marcelo, quien fue llevado al Pozo de Arana y liberado unos días después. También logró escapar junto a su esposa y sus compañeros de un segundo intento de secuestro en la casa en la que vivía.

En la tarde del 30 de septiembre de 1976, Benavides fue interceptado por una patota de la Policía Bonaerense y asesinado mientras circulaba por la calle 12, entre 50 y 51, a pocos metros de la Municipalidad de La Plata.

A partir de una felicitación de las autoridades de la policía, que quedó registrada en sus legajos, fueron identificados los agentes que participaron de ese operativo, de los que sólo sobrevivieron Ale y Risso. El resto de los policías, que estaban bajo las órdenes del entonces director general de Investigaciones de la Bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, fueron Ángel Raúl Andrada, Carlos Emilio Bordalonga, Ramón Carlos Velasco, Pedro Víctor Bidegain, Raúl Alberto Salcedo y Carlos Horacio Sánchez, todos ya fallecidos.
Hoy en Argentina se están llevando adelante más de 15 juicios orales en diferentes provincias y la Secretaría de Derechos Humanos es querellante en dos de cada tres de esas causas. Desde la vuelta de la democracia, ya fueron condenados por la justicia casi 1200 genocidas. Podés encontrar estos y otros datos en juiciosdelesahumanidad.ar, una web que reúne la información de todos los debates, con seguimiento de testimonios, sentencias y audiencias en vivo.

Los juicios no pueden esperar. Las víctimas tampoco.

Scroll hacia arriba